¡Hola!
¿Empezamos?


¿Que debes lograr?


  • Identificar qué es violencia y su origen como construcción social.
  • Reconocer las formas violentas que se dan al interactuar con otras personas.
  • Reconocer las formas de violencia que has sufrido.

¡Hola!
Soy Lila,


tengo 14 años y quiero compartirte mis historias... ¿Empezamos?


Salimos con Andrés a caminar por la sexta avenida. Aprovechamos la frescura de la tarde para ir por un helado y juntarnos con otros amigos. De camino, nos encontramos con Ixmucané, ella es hermana mayor de Andrés y ¡es tan buena onda! Aunque ya va a la universidad, no me trata como una niña. Es mi amiga, le gusta escucharme y platicar con nosotros.

 

 

"Reconocer la violencia es el inicio, luego no debemos quedarnos en silencio. El siguiente paso es sacar la voz y denunciar


— Observatorio Contra el Acoso Callejero Guatemala

Esa tarde en el parque, hablamos mucho con Ixmucané. Ella nos contó que la violencia es una construcción social, o sea, que surge en la sociedad donde cada persona tiene un rol y una participación.



Las personas podemos promover, ignorar o transformar la violencia. Se da entre nuestras relaciones, con amigas, amigos, familiares o compañeros de escuela. Pasa todos los días y como algo normal, eso significa que la violencia está normalizada.


 
 

Cuando estamos en clase, interactuamos y socializamos con amigas y amigos, nuevos o conocidos desde hace mucho tiempo. A veces, también aprendemos a ser violentos entre nosotros sin que nos demos cuenta. Por ejemplo ayer estábamos en clase y Marcela le gritó a Ana: “Ey, dame mi lápiz”. En respuesta al grito, Ana le tiró el lápiz en la cabeza y todos nos reímos.


Ixmucané nos dijo que ese fue un hecho violento. Gritar y tirar objetos a las personas es violencia. Y reírse de la violencia es aceptar que está bien y que la vivimos como algo normal. Es darnos cuenta de las circunstancias que activan nuestra violencia cuando interactuamos. Por naturaleza los seres humanos necesitamos convivir con otras personas, trabajar en equipo y caminar juntos para alcanzar metas y crecer como sociedad. Pero estas posibilidades se ven limitadas cuando existe violencia entre nosotros.


¿Sabes qué pasa cuando una persona
adulta nos grita?
¿Crees que eso es violencia?

 

¡Sí! En la sociedad existen figuras de autoridad, personas cuyas jerarquías les otorgan más poder a través de mecanismos de fuerza, y quienes usan la violencia para lograr lo que quieren. A veces estamos tan acostumbrados que no nos damos cuenta de que eso es violencia y que no debe ser así, no debe ser normal.


Pero, si siempre ha sido así, ¿Por qué no es normal?


Desde pequeños vamos aprendiendo algunas formas de violencia y las reproducimos sin cuestionarnos nada. Así nos han enseñado y así lo hace toda la gente, entonces la violencia se vuelve costumbre y las personas son violentas sin llegar a darse cuenta.

 
 

En la escuela, en las clases, es muy fácil identificar cómo algunas formas violentas se repiten con los años. Las llevan a cabo los adultos y los pequeños las aprenden a reproducir.


Por ejemplo: la maestra o el maestro te grita y te humilla porque no hiciste la tarea. Tú te sientes triste y enojado. Y como estás enojado crees que puedes gritar e insultar a tu compañera de clase que te encontraste en el patio. Sin darte cuenta, haces lo mismo que te hicieron a ti: actuar con violencia.


Ahora que ya sabemos esto, podemos evitar repetir formas violentas cuando nos relacionamos con otras personas, compañeros de clase, amigos y maestros. No es fácil, pero debemos estar atentos en todo momento.


Así como podemos relacionarnos de forma violenta, también tenemos la oportunidad de convivir sin violencia, en paz y con respeto hacia las otras personas.

Entonces, podemos decir que

violencia es:


Una forma de agresión

(física, psicológica, cultural, moral, etcétera)


que implica la

dominación, humillación y aniquilación del otro.


(IIARS).